2 noches en la Sierra de Grazalema
Desde el año pasado estábamos pensando en realizar una aventura que consistiese en pasar 2 noches en la Sierra de Grazalema, andando por el monte y durmiendo con lo que nos cupiera en la mochila.
Ha resultado que conseguir los permisos administrativos necesarios para llevar a cabo esta actividad ha sido algo muy tedioso, y finalmente sólo conseguimos permisos para 1 noche (la del viernes al sábado).
Esto trastocó completamente nuestros planes, y nos ha obligado a buscar alternativas de itinerarios y de planificación. Una de las opciones más lógicas era el camping Tajo Rodillo de Grazalema, pero se encuentra en la actualidad cerrado por reformas. Otros campings de la zona son La Torrecilla en El Bosque y Los Linares en Benamahoma. Fue a este último al que dirijimos nuestro interés.
Empezamos a andar el viernes por la tarde, con mochilones bien grandes de entre 12kg y 15kg de peso. La ruta del primer día consistía en ascender al pico Navazo Alto desde Benaocaz, que tiene una pendiente generosa. El esfuerzo físico se hizo notar bastante para algunos compañeros del equipo.
Debido a que empezamos a andar tarde, nos cogió la noche y llegamos a la zona en la que teníamos pensado acampar en la penumbra, sobre las 22:00, media hora después de que el sol se escondiera. La temperatura, como es normal, descendió bruscamente. Desplegamos el campamento base y nos dedicamos a cenar. El viento era escaso y el cielo tenía algunas nubes, que no dejaron nada de lluvia pero si altas cantidades de humedad y rocio.
Dormimos como pudimos, por lo general mal, desayunamos algo y procedimos a desmontar el campamento para continuar con la travesía. Para no cargar con tantas provisiones, habíamos pensado pasar por un pueblo de la zona, y recargar agua y comida. La bajada de la montaña fue resbaladiza debido a lo húmedas que estaban las piedras, y hubo varias caidas (me incluyo). Lo cierto es que cuando llegamos al pueblo, no pudimos resistirnos a descolgarnos las mochilas y darnos un “homenaje” desayunando en un bar.
La temperatura ambiente estaba subiendo, ya teníamos más de 20º, y el sol picaba. Mientras desayunábamos nuestro equipo empezó a desganarse con la idea de continuar con la travesía. Aún nos faltaban 10km y 500 metros de desnivel para llegar al camping, y parecía que nadie tenía ganas de menearse demasiado. A fin de rescatar el plan y de aprovechar lo que nos quedaba de finde, empujé por ir diréctamente al camping de Benamahoma, aunque fuera en coche, y así al menos conocerlo. Y eso hicimos.
De las 6 personas que descendimos del Navazo Alto por la mañana, solo 3 decidimos quedarnos a pernoctar en el camping. El camping, por cierto, es bastante bonito, limpio y tranquilo. Al menos, en esta época que aún es temporada baja.
Las comodidades de un camping son muy generosas con respecto a dormir en medio del monte. Solo con el hecho de tener suministro de agua corriente y potable ya es una ventaja total, peso que te ahorras en la mochila y rabaja del estrés. Me encanta la idea de la autonomía, de ir con lo que quepa en la mochila. Te obliga a planificar y a preparar las cosas, fase previa a la aventura en sí que también disfruto mucho. E ir con una mochila grande bien cargada tiene también algo de romántico.
Por cierto, en el camping dormimos bastante mejor que en el Navazo Alto :-)
Referencias y enlaces: