Nevada en el ataque al Peñon de los Enamorados
El pasado domingo 4 Febero 2018 nos levantamos temprano para otra aventura invernal en la Sierra de las Nieves. Nuestro objetivo era subir al Peñón de los Enamorados (1.748 msnm) usando además algunas variantes de los senderos clásicos de la zona.
La previsión de meteo era muy clara: aviso de nivel amarillo por nevadas con cota de nieve en 600-700 msnm. Se preveia que durante la jornada cayeran unos 4 cm de nieve.
Salimos de casa sobre las 8:00 de la mañana, y a las 10:00 ya estábamos en la Sierra de las Nieves. Cuando estamos llegando al Área Recreativa de los Quejigales nos encontramos con una patrulla de agentes de medio ambiente que nos informan de la situación de la zona: hay nieve y hielo en las pistas forestales de acceso. Nos preguntan si llevamos cadenas (si, llevábamos) y en cualquier caso nos recomiendan no seguir adentrándonos en la sierra, por si a la vuelta nos quedábamos con el coche atrapado.
Siguiendo su consejo, nos decidimos a aparcar allí, que está a unos 3km de distancia del punto de inicio original de nuestra ruta. Estos 6 km adicionales (ida y vuelta) supondrían sumar 1h a nuestra previsión horaria, algo con lo que no contábamos y que no nos hizo demasiada gracia.
Conseguimos empezar a andar a las 10:50 aproximadamente, y a las 11:20 iniciamos la subida por la Cañada del Cuerno, por fin siguiendo la ruta prevista. Encontramos aquello muy frio, con temperatura ambiente de -2º en la zona baja, con escaso viento y con un par de centímetros de nieve sólida que permitían progesar bien.
A mitad de la subida tomamos el desvio a la variante de sendero que queríamos probar, y que cruza de la Cañada del Cuerno a la Cañada de Enmedio, para salir por la Cañada de las Ánimas hasta llegar al pozo de nieve de Puerto Oso. Este sendero, totalmente nuevo para nosotros, no tenía huella abierta. Nos tocó abrir la huella guiándonos por el GPS, ya que la nieve había desdibujado el camino en muchos tramos y era realmente dificil orientarnos en algunas zonas. En más de una ocasión tuvimos que dar marcha atrás unos metros para retomar la marcha en el sentido correcto.
El frio era creciente, así como la cantidad de nieve en el suelo. Y el camino se nos estaba haciendo bastante pesado debido a la dificultad de seguirlo y a esa sensación de que aquello no acaba nunca. Esta sensación se produce algunas veces cuando estás en un sitio totalmente nuevo y no tienes referencias claras sobre cuándo llegarás al destino.
El equipo de hoy lo formábamos 2 personas, y tras marchar un rato resignados al frio y a la pesada progresión en la nieve, conseguimos llegar al pozo de nieves de Puerto Oso. La niebla es muy densa, y la temperatura en la zona de 1.700 msnm cae a lo que calculamos serían -10ºC aproximadamente. Por fortuna, el viento era muy suave, por momentos inapreciable: la sensación térmica era muy baja pero soportable.
La llegada hasta aquí nos ha costado bastante esfuerzo, sobretodo en lo mental. Consideramos la opción de darnos la vuelta y volver a casa. Pero por otra parte el Peñon de los Enamorados, el objetivo del día, estaba sólo a 1km de nuestra posición aproximadamente. Picoteamos algo y decidimos hacer un último esfuerzo para atacar el pico. Eran las 13:30.
Cuando nos ponemos en marcha empieza a caer una intensa nevada, lo que estaba anunciado en la meteo. Rápidamente nos llenamos completamente de nieve, y tenemos que parar a poner fundas a las mochilas y demás. Aún no nos hemos calzado las polainas ni los crampones, porque la nieve en el suelo no lo requería.
Tras 1 hora de marcha bajo la nevada llegamos a la cima del Peñon de los Enamorados, a las 14:30 aproximadamente. Encontramos allí a unos montañeros que habían subido desde Puerto Saucillo, en Yunquera. No nos entretenemos, nos hacemos unas fotos e iniciamos la marcha de vuelta a Puerto Oso. En la bajada hay algunos pasos bastante empinados (y nevados) así que tuvimos que extremar las precauciones.
La niebla se estaba retirando, mejorándose la visibilidad. Pasamos muy cerca del lugar donde hace unos meses realizamos una acampada nocturna, sitio que presentaba esta vez un aspecto mucho más invernal :-)
El camino de vuelta lo hicimos a buen ritmo, por el Puerto de los Pilones y la Cañada del Cuerno. Al bajar, sentimos cómo la temperatura iba subiendo paulatinamente. Pero también estábamos un poco desanimados. Quizás hoy no teníamos las energías o motivaciones adecuadas para esta actividad.
Para colmo, aún teníamos que recorrer los 3km extra hacia donde habíamos aparcado el coche. En este tramo, además, nos golpeó otra nevada importante. El coche tenía una capa de nieve y ante la posibilidad de que siguiera nevando, escapamos de allí con prisas a las 18:00.
La aventura ha estado bien. Hemos cumplido nuestros objetivos, aunque nos ha costado mucho sacar el disfrute. Creo que en el fondo no teníamos los ánimos adecuados para el esfuerzo que se requería, y es mejor realizar este tipo de actividades cuando se tiene la disposición adecuada :-)
Referencias: