Pasaporte sellado

He viajado a Austin (Texas, USA) en la primera semana de Diciembre de 2017 por motivos de trabajo. Ha sido mi primera vez en USA y mi primera vez en un vuelo transatlántico, así que el viaje ha estado lleno de nuevas experiencias.

El vuelo era con escalas. A la ida viajaba SVQ-MAD, MAD-ORD, ORD-AUS. A la vuelta, un poco más directo, AUS-DFW, DFW-MAD, MAD-SVQ. El viaje de ida duró unas 24h desde que me desperté en mi casa hasta que me acosté en el hotel en Austin, una buena paliza, porque además no pude dormir apenas nada en los vuelos. Y sufrí una escala de más de 6h en Chicago.

Chicago desde el aire

Nada más bajar del avión en Chicago, pisando suelo de USA, el control fronterizo que me encuentro es bastante estricto. Por forturna, los agentes fueron bastante correctos y amables, y no tengo que destacar nada negativo aparte de los nervios con los que iba. Desde el aire, es impresionante ver la silueta de las ciudades, construidas como grandes parrillas cuadradas de calles y edificios.

El hotel en Austin, estupendo, era el Hilton Embassy Suites Austin Downtown-Lake, con habitaciones enormes y bien equipadas. El buffet de desayuno era magnífico y el personal del hotel atento, amable y servicial.

Llegué a eso de las 23:00 de la noche, hora local, y fui directo a dormir tras el largo viaje. A la mañana siguiente desperté a buena hora y me dispuse a dar un paseo para que mi cuerpo se readaptara tras el viaje y para respirar un poco del aire de Austin.

Brisket

En el hotel me recomendaron un paseo bordeando el lago/rio que cruza Austin, y resultó una magnífica elección. El sendero discurre por la naturaleza que cierra el lago, tiene varios kilómetros de largo, y me permitió estirar las piernas durante 3h de manera muy agradable. Además, empecé a descubrir más de todo lo que implica Texas, y en concreto Austin. Si, también pude ver a las famosas ardillas americanas.

Para almorzar, mi jefe me llevó a un sitio típico de Texas a comer brisket, carne de ternera ahumada que resultó ser un manjar. Me enamoré instanteamente de los sabores y olores tejanos :-)

Lucy's fried chicken

Los coches allí son enormes, exageradamente grandes. Y también las calles y carreteras. Supongo que no tienen problemas de espacio como si tenemos en Europa. También es típico de Texas el tema armas, y pude ver algunas tiendas de armas por la calle. Afortunadamente, no vi a nadie portando armas. En prácticamente todos los establecimientos (bares, restaurantes, hoteles) hay carteles avisando de que no es posible portar armas visibles. Algo es algo. Mi sensación general es que la gente es amable y el ambiente es tranquilo.

Un enorme pickup

Una cosa curiosa que también vi fue los autobuses, que en la parte delantera, por fuera, llevan un portabicis para los pasajeros que lo necesiten. Muy buena idea, la verdad. Y es que allí las ciudades parece que se organizan de manera diferente. En el centro (downtown) no hay apenas viviendas. Todos son rascacielos, oficinas y negocios de todo tipo. Y la gente vive generalmente en las afueras, en zonas residenciales. Durante las horas laborables del día, el downtown se llena, volviendo a vaciarse a final de la jornada.

Nieve en Austin!

La meteorología fue bastante cambiante. Cuando llegué había una temperatura bastante suave, cálida y húmeda. A final de la semana, nevó! Si, nieve en Texas, algo que al parecer no ocurría desde hace 50 años.

A final de la semana asistí a un congreso sobre informática como parte de mi actividad laboral (Kubecon+CloudNativeCon), y es que resulta que Austin es uno de los epicentros tecnológicos américanos (tipo Sillicon Valey). Hay muchos rascacielos, en algunos parece que se verá a spiderman de un momento a otro :-)

Rascacielos con la bandera de Texas

El viaje de vuelta a casa fue un poco más corto que el de ida, pero lo pasé peor debido a los nervios. La tensión acumulada durante toda la semana y los nervios del vuelo en si me pasaron factura, y al llegar a casa he estado varios días que no he podido dormir bien. Se ve que los vuelos tan largos no son lo mio.

Ya tengo una muesca en mi pasaporte :-) La experiencia ha sido muy positiva y he disfrutado mucho. Guardaré un gran recuerdo de Austin, Texas, USA.