Acampada nocturna en la Sierra de las Nieves (Yunquera)
Por fin llegó el tan esperado día. Este fin de semana hemos podido realizar una de las aventuras más esperadas, y que ya llevábamos un tiempo preparando. Hemos hecho un vivac/acampada nocturna en la Sierra de las Nieves, empezando desde Puerto Saucillo (Yunquera) y establecíendonos cerca del Peñón de los Enamorados.
La planificación que teníamos era empezar a andar a medio día del sábado 27, subiendo a la alta montaña hasta que nos diera la noche, establecer el campamento base en aquella zona, y bajar al dia siguiente.
Originalmente, íbamos a participar 15 personas en esta actividad, y de hecho disponíamos de 15 permisos. No obstante, entre una cosa y otra, al final solo hemos podido asistir 9 aventureros. Salimos de Sevilla con 30º de temperatura ambiente, bastante calor, y bien de horarios. La mala suerte hizo que a la altura de El Coronil tuvieramos que parar por una avería mecánica en un coche, aunque pudimos continuar con la planificacion a pesar del imprevisto.
(Foto de Salvador Castillo Posada)
Llegamos a Puerto Saucillo a las 17:30, y al bajarnos del coche sentimos el gran contraste de temperatura con respecto a Sevilla. Además hace bastante viento, lo que baja la sensación térmica todavía más. Rápidamente nos ponemos en marcha, siguiendo el sendero que da acceso al Peñon de los Enamorados. Este camino es muy cómodo de transitar y tiene pendiente prácticamente continua. Dos horas más tarde ya estamos en la parte superior de la montaña.
En la zona alta de la Sierra de las Nieves encontramos que el azote del viento es constante, viento del sur en este caso. La meteorología daba rachas de 10km/h, pero mi sensación es que allí había del orden de 30km/h o 40km/h. Aún así, las montañas presentan un estado magnífico. Estamos en primavera, y todo está sano y florecido. Los olores a diferentes plantas silvestres nos rodean. Las vistas, insuperables. La belleza del paraje es enorme.
A las 20:00 empezamos a buscar posibles emplazamientos para nuestro campamento base, ya que el anochecer estaba previsto para las 21:30. Queríamos decidir pronto el sitio, con idea de poder empezar a establecernos a las 20:30, con 1 hora de margen de luz. Como el gran condicionante de la jornada era el viento, queríamos encontrar un emplazamiento que ofreciera cierta protección y parecía complicado. Ya habíamos pasado el Peñón de los Enamorados, y el siguiente sitio conocido para nosotros era el pozo de las nieves de Puerto Oso, que está a aproximadamente 1km de distancia.
Durante unos momentos nos paramos a valorar la situación y las posibilidades, si llegar al pozo de las nieves y encontrar refugio al viento del sur, (perdiendo el margen de luz solar), o establecernos en las inmediaciones del Peñón de los Enamorados y garantizarnos montar el campamento con los últimos rayos de sol. Finalmente decidimos probar suerte en una vaguada cercana al Peñón, que parecía ofrecer cierto resguardo.
Montamos el campamento rápidamente y cuando el sol se va la temperatura baja bruscamente. El emplazamiento no está totalmente resguardado del viento y calculo que la sensación térmica sería de en torno a 12º. En cualquier caso, algunos miembros del equipo aún tienen energías para subir al propio Peñón para ver salir allí las primeras estrellas. Cenamos, y a las 23:00 empezamos a meternos en las tiendas de campaña, con un importante frio metido en el cuerpo debido al viento.
La noche se presenta cómoda dentro de los sacos de dormir, pero incómoda debido al viento: mucho ruido y movimiento de las tiendas de campaña, que incluso se pliegan al sufrir los envites de las rachas más fuertes. El sueño será inquieto para la mayoría de los miembros del equipo, duermevela.
Por la mañana, a pesar de la exigente noche, las caras son alegres y el ambiente animado. El amanecer, sobre las 7:00 se presenta frio y con viento todavía incesante. Parte de los integrantes del equipo parten bastante temprano hacia otra aventura en Benahavis. El resto de nosotros nos lo tomamos con más calma, aunque a las 8:30 ya estamos andando en dirección a Puerto Saucillo, donde llegamos sobre las 11:00, tras distrutar nuevamente de unas vistas magníficas de la sierra y de las montañas.
(Foto de Salvador Castillo Posada)
Realizar este tipo de aventuras más nocturnas, en la montaña, son una alternativa en Andalucía para esta época del año cada vez más cálida. Ha sido una experiencia magnífica. Nos encantan este tipo de acampadas y seguro que repetiremos :-)