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Era invierno en Sevilla cuando empezamos a pensar en ir a Lagos (Portugal) durante el verano.

La idea que surgió fue hacer un camping por la zona y usar esta acampada de punto de partida para hacer excursiones de snorkel a las playas y calas de la zona.

No hizo falta mucho para que el plan nos entusiasmara. Al buscar en Google para ver algunas imágenes de lo que podríamos encontrarnos allí, los resultados fueron espectaculares.

En un primer vistazo a estas imágenes tenemos la sensación de que estamos viendo algo irreal, editado o modificado de alguna manera, que no es posible que existan esas playas y esas aguas cristalinas tan cerca de Sevilla.

Por suerte, algunos integrantes del equipo ya conocian el lugar y podian confirmar lo obvio: teniamos que ir allí.

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Nuestro objetivo es ir a la zona conocida como Ponta da Piedade, una zona de acantilados rocosos (de arenisca) en donde la acción del mar y del viento han creado unas formaciones muy atractivas, muchas calas con paredes de más de 50 metros de altura, grandes piedras en medio del mar, tuneles y grutas.

Con el frio del invierno sevillano metido en el cuerpo, no podíamos pensar en un lugar mejor para el verano que estas playas tan curiosas de arena dorada y aguas cristalinas.

Así que manos a la obra: programamos una fecha a mitad de Julio de 2016, buscamos un camping y nos fuimos para Lagos.

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Esta zona está bañada por el Océano Atlántico. Sin embargo, la mayoría de las calas interesantes de esta zona geográfica tienen la costa orientada más bien al sur-sureste.

Al contrario de lo que esperabamos, la mayoría de calas y playas no estan masificadas de turistas, incluso es fácil encontrar aparcamiento muy cerca de los accesos a la playa. Por supuesto, en cualquier caso, la cantidad de gente que hay en la playa es inversamente proporcional a lo accesible que sea.

Hay calas que son muy accesibles (con escaleras de madera, muy cómodas y seguras):

  • Praia Dona Ana
  • Praia do Camilo

Y hay otras que son menos accesibles (o de acceso más inseguro):

  • Praia do Pinhao
  • Praia da Balança (esta con un acceso tipo barranquismo)

Los dias que fuimos, por efecto de la meteorología, encontramos un mar completamente plano (sin olas ni viento) que unido a la poca profundidad que tiene la playa hicieron que la experiencia de snorkel fuera muy placentera y cómoda. Mucha facilidad para entrar y salir del agua, y con gran visibilidad desde el primer momento.

Encontramos agua poco fria cerca de la orilla y fria a medida que se gana profundidad en horizontal y en vertical. Por este motivo, el uso de traje de neopreno no estará fuera de lugar.

A pocos metros de la orilla encontramos pequeños arrecifes formados en torno a las piedras de los acantilados. Estas piedras estan llenas de vida y es fácil detectar pequeños bancos de distintas variedades de peces.

La naturaleza nos ha dejado ver una gran variedad de vida marina, pulpos, sepias, estrellas de mar, pepinos de mar, sardinas, boquerones, cangrejos, acedias y demás especies (la gran mayoría de lo que vemos no podemos identificarlo)

Por desgracia, no tengo cámara sumergible y no dispongo de ninguna foto bajo el agua.

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Las calas menos expuestas al Océano tienen una arena más gruesa que disminuye la suspensión que hay en el agua, lo que mejora aún más una visibilidad que ya de por si es bastante buena.

Cuando atardece, las paredes altas ocultan el sol y dejan las calas mas pequeñas completamente en sombra y esto reduce la visibilidad debajo del agua. Sin embargo, hemos descubierto que en la sombra también hay gran actividad marina, incluso hay pequeños bancos de peces que prefieren permanecer en las zonas menos iluminadas.

Llegados a este punto, la cala en cuestión se quedará desierta y encontramos un espacio natural privilegiado para nosotros solos, que por momentos sobrecoge y nos transporta a a otros sitios del planeta (quizás al Caribe), con piratas del sigo XVII incluidos.

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Lagos es un sitio al que estoy seguro que volveremos, entre otras cosas porque nos hemos quedado con las ganas de hacer kayak en estas aguas.