Pico Simancon: las primeras nieves de la temporada
La temporada de invierno de montaña en Andalucía occidental dura muy poco tiempo. La nieve cae en muy pocas ocasiones, y las oportunidades de formar un equipo e ir a la montaña en estas condiciones son aún más escasas. Siempre cabe la posibilidad de ir a Sierra Nevada, pero queda lejos de Sevilla para una escapada de ida y vuelta en el día.
Esta semana, tras estar muy pendientes de la meteorología, hemos conseguido dar en el clavo. Parece que habría nieve en la Sierra de Grazalema, así que rápidamente montamos un equipo de ataque al Pico Simancón (1.566 msnm).
Lo que yo buscaba era repetir la experiencia de la pasada temporada, un pequeño reto invernal en la montaña, pero las condiciones de ventisca se hubieran dado el sábado y no el domingo, que fue el día que estuvimos allí (hey, el sábado era día de reyes).
Grazalema es una zona que se llena terriblemente de domingueros los días que hay nieve, así que decidimos salir muy temprano. Nos pusimos el despertador a las 6:00 y a las 7:00 ya estábamos en carretera de camino. A las 8:30 exactas llegábamos al punto de inicio de la ruta, en el aparcamiento del camping Tajo Rodillo. Eramos los primeros en llegar.
Al bajarnos del coche sentimos de lleno que aquello iba en serio. La temperatura era bajo cero (quizás -2º). Por suerte, el viento parecía calmado a la altura del pueblo. Las cumbres de alrededor estaban todas nevadas, aunque desconocíamos el estado de la nieve arriba. Se podía ver claramente la linea de la cota de nieve. El cielo está despejado, pero en las zonas de cumbres hay nubes esperándonos.
Empezamos a andar a buen ritmo unos minutos antes de las 9:00 y en con los primeros desniveles empezamos a sentir esa peculiar incomodidad del frio en la montaña; al moverse uno pasa calor y suda, pero la temperatura exterior es gélida. Este efecto puede y debe minimizarse jugando con las capas de ropa y usando prendas y materiales técnicos que traspiren y a la vez aislen.
Cuando empezamos a subir, a unos 1.200 msnm nos encontramos pisando cada vez más nieve. Al principio montoncitos aislados, y cada vez más cantidad. A la altura de 1.300 msnm todo está totalmente cubierto de nieve en polvo, muy seca. Los arboles y arbustos están blancos. La profundidad de la nieve no es aún demasiada, unos 3 dedos. Esto permite seguir el sendero con relativa facilidad, aunque hay que estar atento a no perder la huella que había y que unos runners habían abierto al adelantarnos. Estamos subiendo a muy buen ritmo, sin paradas. La visibilidad es buena, la temperatura fria pero soportable, las rachas de viento son suaves.
Cuando alcanzamos la cota de 1.400 msnm y llegamos al collado del Navazuelo ya tenemos una visión clara de la zona de cumbre del Simancón. Aquí vemos como hay aún más cantidad de nieve. Las rocas están totalmente heladas. El viento aumenta considerablemente al ser una zona más expuesta, y la sensación térmica baja por momentos hasta lo que calculamos serían unos -6º. Empezamos a entrar en las nubes en si. El sol desaparece. Vemos a montañeros y runners que al llegar aquí se dan la vuelta o que cambian de itinerario. Las condiciones son exigentes. Pero nosotros ibamos preparados para ello, era lo que estábamos buscando.
El camino desde el collado hasta la cima se complica. Hay muchas grietas entre las piedras que están llenas de nieve y que no se ven. Además, tras la primera capa de nieve polvo, a veces, hay pequeñas planchas de hielo. Tras meter la pierna en un pequeño agujero hasta la rodilla, llega el momento de tomarse las cosas en serio y sacar polainas, crampones. Y ya que estamos con la mochila abierta: sacar guantes y ropa adicional de abrigo.
Mi compañero Salva toma la delantera y abre la huella desde el collado hasta la cima, sorteando pequeñas grietas y zonas inconsistentes. La arista de la cima del Simancón está en condiciones espectaculares: rocas congeladas, frio intenso debido a las rachas de aire, y pequeñas partículas de nieve en suspensión a causa de este mismo viento.
Hemos llegado a la cima en unas 2h desde que iniciamos la marcha. Son en torno a las 11:00 de la mañana, y nos sentamos resguardados del viento a comer un tentempíe y valorar los proximos movimientos. Tenemos la opción de cruzar hasta el vecino pico del Reloj, pero la cuerda por la que tenemos que pasar la vemos un poco peligrosa por la cantidad de grietas y nieve que hay. Un paso en falso podría suponer meter la pierna donde no es, con consecuencias muy desagradables. Además, uno de los miembros del equipo presenta un poco de mal cuerpo, por lo que decidimos unánimemente bajar todos por el mismo sendero de subida.
La bajada, debido a las condiciones de frio (estamos engarrotados) y nieve (camino dificil de seguir) se hace exigente pero divertida. Ya en el collado, tras dejár la cima arriba, notamos como la temperatura sube un par de grados.
El camino de vuelta lo hacemos rápidamente y sin paradas hasta que salimos de la zona de nieves. Curiosamente, cuando estamos llegando al punto de inicio empiezan a caer copitos del cielo: está nevando. Y también llegan los domingueros :-)
Ha sido un día magnífico de sensaciones de montaña invernal. Hemos disfrutado mucho de las primeras nieves de la temporada, y esperamos que vengan más.