La isla del pantano de Zahara de la Sierra
El pantano de Zahara de la Sierra, en Cádiz, tiene una pequeña isla situada en su extremo sur-oeste. Llevamos tiempo observándola y preguntándonos cómo sería llegar en kayak hasta ella para explorarla. El pasado sábado 26 de agosto de 2017 nos decidimos a realizar esta aventura, alquilando las embarcaciones con una empresa local, El Mogote, en el Área Recreativa La Puente.
A eso de las 12:00 de la mañana empezamos a prepararnos para la actividad, metiedo las cosas en botes y mochilas estancos, cogiendo chalecos salvavidas y remos, echándonos crema solar y finalmente eligiendo qué embarcaciones usaríamos. Debido a algunas reestricciones con la disponibilidad, la empresa nos ofrece 2 piraguas individuales, 1 kayak individual y 1 kayak-canoa doble. Este reparto nos parece genial, aunque en un primer momento todos hubieramos preferido usar embarcaciones individuales.
(Copyright Google/NASA/TeraMetrics - maps.google.com)
Charlamos sobre qué itinerario seguir y acerca de la planificación horaria. Llevabamos suficiente agua y comida como para echar el día remando en el pantano. No teníamos prisas por volver, nuestra única intención era disfrutar plenamente de la aventura.
Tras terminar de equiparnos a nosotros mismos y a las embarcaciones, salimos al agua sobre las 12:45. Empezamos a realizar una toma de contacto con nuestro nuevo medio de transporte, a probar la maniobrabilidad y a ejercitar nuestra habilidad con los remos. La meteorología nos acompaña, con una temperatura ambiente de en torno a 32º, cielo nublado, viento despreciable y el agua, limpia e inolora, a una temperatura ideal.
Nuestro objetivo del día es llegar a la isla y almorzar allí para luego volver al punto de inicio. Pero desconocemos la localización exacta desde la perspectiva del agua, y lo más importante, ignoramos qué tiempo nos tomará alcanzarla y volver.
Tras 1 hora de remada decidimos aterrizar en una de las orillas para descansar, reponer fuerzas y mirar el GPS para orientarnos con detalle. Parece que estamos bastante cerca, nos queda del orden de 1 km para la isla, a la que aún no distinguimos bien en el mimetizado paisaje del pantano.
(Copyright 2017 - Arantxa Fernandez Morató)
En esta parada encontramos algo que ya temíamos, las orillas están llenas de barros y lodos, verdaderas arenas movedizas que te absorven hasta las rodillas y que pueden resultar realmente peligrosas. Esto no impide que nos demos unos baños en las magníficas aguas del pantano. Eso si, siempre con el chaleco salvavidas puesto. El agua es genial, con una temperatura que invita a no salirte.
(Copyright 2017 - Juan M. Mendez Rey)
Al poco continuamos en dirección a la isla. A medida que nos acercamos, ya podemos distinguirla mejor contra el fondo del valle. Seguimos aproximándonos y logramos encontrar un sitio para aterrizar y desembarcar más pedregoso y con menos barro. ¡Hemos llegado a la isla!
Marcos, uno de los miembros de la expedición, se atreve a dar una vuelta completa remando para verificar que, efectivamente, estamos en una isla. Son en torno a las 14:00 y el momento idoneo para almorzar. Tras la comida vienen más chapuzones y aprovechamos también para hacer algunas pruebas con las piraguas: subirnos desde el agua, volcarlas para ver cómo funciona el vaciado, etc.
Aquí tenemos un video mientras nos comemos el bocadillo en la isla:
A eso de las 14:45 iniciamos la marcha de vuelta.
Al poco de partir, nos encontramos con uno de los momentos más exigentes de la aventura, cuando uno de los compañeros vuelca accidentalmente su piragua, que no es autovaciante, y que se llena inmediatamente de agua. Al intentar subirse de nuevo, le entra más agua aún, lo que inutiliza completamente el kayak.
Desconocemos cualquier mecanismo para el vaciado, así que nos vemos obligados a remolcar el kayak hasta la orilla para sacar el agua con los pies en tierra firme.
(Copyright 2017 - Juan M. Mendez Rey)
Una vez resuelta esta eventualidad, y hechas las bromas correspondientes, ponemos rumbo al embarcadero, para el que todavía nos quedan unos 45 minutos de remada.
Llegamos contentos de haber completado la aventura. Las 3 horas de kayak, nos han sabido a poco. Han sido unos 3.5 km por trayecto, aproximadamente 7 km en total.
(Copyright 2017 - Juan M. Mendez Rey)
Objetivos cumplidos: alcanzar la isla en el pantano, almorzar allí y volver. El día ha sido espléndido, el equipo humano también, lo hemos pasado genial y no nos queda otra cosa que pensar en que esta será una actividad que tendremos que repetir :-)