Aventuras con walkie-talkies
Hay una sensación de aventura asociada a las comunicaciones por walkie-talkies. Quien los haya usado ha podido experimentarla a buen seguro.
Permiten transmisiones en lugares remotos, como montañas y valles, sin necesidad de terceras partes, en completa autonomía, a diferencia de lo que ocurre con dispositivos móviles, que usan las redes de telefonía habituales (y que por tanto, requieren el uso de repetidores y antenas).
Esta independencia de infraestructura, junto con la posibilidad de comunicación directa entre emisor y receptor (y grupos), hace de los walkie-talkies una herramienta muy interesante para las actividades de aventura.
En mi experiencia, usarlos ha sido especialmente útil en aventuras por montañas. En estas situaciones suelo ir en grupo, y el grupo suele estirarse y moverse a distintas velocidades, lo que supone que muy a menudo cada persona está en un punto diferente y que la comunicación sea imposible sin el uso de estos dispositivos.
Cuando el grupo de aventureros se decide a usar esta tecnología tan consolidada, deben establecerse una serie de pautas para que la comunicación sea fluida, efectiva y resulte realmente útil.
Una buena idea es establecer identificativos para cada miembro del equipo, nombres cortos y de fácil pronunciación, que permitan ser escuchados incluso en condiciones donde la transmisión no sea clara o haya interferencias.
Además, debe haber una asociación inmediata entre la persona y su correspondiente identificativo.
Hay muchos mecanismos para generar identificativos, y uno que me gusta particularmente es usando el alfabeto radiofónico. Mediante estas palabras estandarizadas, podemos seleccionar por ejemplo las iniciales del nombre de la persona:
Nombre | Identificativo |
---|---|
Roberto Castillo | Romeo Charlie |
Ana Estrada Moreno | Echo Mike |
Pablo Suarez | Papa Sierra |
Arturo Borrero | Alfa Bravo |
Si el grupo es grande, es posible que algunos identificativos colisionen (muchas iniciales repetidas).
También es válido usar simplemente números, u otras palabras:
Nombre | Identificativo |
---|---|
Ruben Garcia | Catorce |
Concha Crespo | Doble Charlie |
Xavier Navarro | Rojo Dos |
Debe aplicarse el sentido común, y buscar identificativos que sean facilmente reconocibles y cuya pronunciación sea buena: sencilla y con poco lugar a errores.
Una vez repartidos los identificativos, podemos poner en práctica los diferentes mecanismos de comunicación.
En una situación simple lo más habitual es que la persona que quiere establecer la comunicación (llamémosle emisor) se identifique y pregunte por la persona a la que quiere contactar (llamémosle receptor).
Entonces, el emisor debe esperar a que el receptor confirme que está a la escucha.
Cuando el receptor confirme, el emisor debe transmitir el mensaje y esperar confirmación para dar la comunicación por buena.
En el ejemplo siguiente, Romeo Charlie (emisor) contacta con Rojo Dos (receptor) para transmitirle un mensaje:
Nº | Romeo Charlie | Rojo Dos |
---|---|---|
1 | Aquí Romeo Charlie para Rojo Dos, ¿me recibes? | — |
2 | — | Aquí Rojo Dos, adelante Romeo Charlie |
3 | «transmite información» | — |
4 | — | Recibido |
Este caso básico puede extenderse intuitivamente a situaciones donde hay conversaciones múltiples, cruces y distintas informaciones para transmitir.
El uso de comunicaciones mediante walkie-talkies puede ser, además, un factor importante en la seguridad en el transcurso de aventuras en montañas.
La iniciativa Canal 7.7 PMR busca estandarizar el canal 7 subtono 7 (PMR) para que se use en comunicaciones de seguridad durante la práctica de actividades en el medio natural.
Como parte de esta iniciativa se incluyen recomendaciones sobre mecanismos de comunicación, vocabulario e incluso equipos de transmisión.
Aparte de buena idea, la iniciativa me parece ciertamente necesaria.
¿Alguien me recibe?