Cambio de ciclo
Se avecina un cambio de ciclo en mis actividades, viajes y aventuras. Si todo va bien, en abril de 2021 llegará a nuestra vida un bebé, una personita, nuestro hijo.
El impacto en las aficiones, organización familiar, tiempo libre, etcétera se ha hecho notar desde los primeros meses del embarazo. La temporada de montaña 2021/2022 no ha empezado para mí como en años anteriores. Esto no lo digo con pesar, sino con alegría. Se viene un cambio de ciclo, que afrontamos con ilusión, muchas ganas y energía positiva. Cuando el embarazo ha dejado “hueco” me he dado el placer de saborear el monte. En los últimos meses ha ocurrido un par de veces.
La primera fue una visita rápida al Peñón de Algámitas. El domingo 19 de diciembre de 2021 me uní a un grupo de amigos variado, integrado por una mezcla de gente con cierta experiencia en montaña y otros muy inexpertos. También venían algunos niños.
Yo había subido este monte varias veces con anterioridad, y la zona de las cadenas siempre me resultó llamativa. No obstante, debido a la composición del grupo, se decidió prescindir de esta ruta y bordear todo el peñón en subida, usando el mismo camino para subir y para bajar.
Estuvo bien, saboreé cada cuesta arriba y cada sendero de cabras.
Aprovechando el parón de las fiestas de finales de año, organicé una visita a una de mis montañas favoritas: el Pico Torrecilla. Reuní un grupo compuesto mayoritariamente por miembros de mi familia y allí que nos fuimos. La ocasión merecía un reconocimiento especial. Era el día 7 de Enero de 2022, y justo se cumplían diez años de que visitara por vez primera esta montaña. Diez años, que se dice pronto. Durante este tiempo han ocurrido infinidad de cosas maravillosas, en el monte y fuera de él.
Un video resumen del estupendo día de montaña para el recuerdo:
El Pico Torrecilla ha sido la montaña que más veces he subido. Con amigos, con familia, con los compañeros del equipo Los Extraviaos. He pisado su cima al menos en 12 ocasiones. Otras muchas he estado por allí, pero no he subido a la cima, por cuestiones meteorológicas, deportivas o porque no formaba parte del plan. Podría decirse que esta montaña ha sido muy importante para mí, y por extensión para los compañeros del equipo Los Extraviaos. A veces incluso la consideramos como una unidad de medida de dificultad.
Mi ciclo en la montaña empezó allí. Ahora, diez años después, también con la Sierra de las Nieves como testigo, me embarco con un nuevo rumbo, en una nueva etapa. ¿Qué pasará en los próximos diez años? La montaña seguirá allí, está claro, y desde luego que la visitaré muchas más veces. Quizás con nueva compañía :-)
En cuanto a este blog, alfabravo.org, mi hobbie durante los últimos seis años, veremos qué pasa. No estoy muy convencido de que pueda mantener un ritmo fluido de actualización del contenido. Aunque Espero poder mantenerlo online durante mucho tiempo, como diario personal, que es como este proyecto empezó.