Atardecer

Salimos de Dos Hermanas el sábado sobre las 6:30 de la mañana en dirección a Sierra Nevada. Serían las 10:30 cuando aparcamos los coches en la Hoya de la Mora. Hoy nos hemos desplazado 9 personas con la idea de formar dos equipos con dos objetivos distintos.

El primer equipo, de 7 personas, se dispone a atacar el Veleta (3.395 msnm) por su ruta normal y bajar para dormir en el Albergue Universitario de Sierra Nevada. El segundo equipo, de 2 personas, quiere atacar adicionalmente el Mulhacen y dormir en alguno de los refugios-vivac de la zona.

Mientras estamos preparándonos para empezar, una de las compañeras del equipo, mi pareja, se encuentra indispuesta. No está en condiciones de subir a ningún sitio. Se producen unos momentos de descoordinación, pues nadie tiene claro si empezar a andar o no. Lo que si está claro es que nosotros no podemos subir. Finalmente entre las 11:30 y las 12:00 el grueso del equipo empieza a andar en dirección a la cima, con algo de retraso con respecto a los horarios previstos.

Nosotros 2 nos quedamos abajo, pero a las 12:30 hacemos un pequeño intento de subida que acaba a 2.700 msnm. La compañera indispuesta no tiene fuerzas. Los niños domingueros con los trineos nos pasan correteando por alrededor. Hemos llegado hasta el nevero de Cauchiles, y nos bajamos ya. Un poco más tarde otra compañera del equipo de subida también se da la vuelta en la cota de 3.000 msnm y se une a nosotros abajo.

Efectivamente, se conforman así los 3 equipos. Nosotros vamos a quedarnos en el albergue y ejerceremos de “campo base”, mientras que el resto de compañeros van a seguir con sus respectivos objetivos: veleta y veleta/mulhacen.

Veleta

Desde el campo base mantenemos contacto por walkie-talkie con los compañeros de arriba, y nos convertimos en espectadores de un episodio de montaña del que no somos protagonistas, con participación relativa. Los compañeros de arriba hacen cima en el Veleta y se vuelven a dividir entre los que bajan ya y los que continuan dirección Mulhacen. Desde nuestro punto de vista en el campo base, el Veleta se presenta sobrecogedor, imponente y majestuoso. Escuchar el walkie-talkie es bastante entretenido, pero lo que de verdad nos gustaría es estar allí arriba también.

Por la tarde entra una niebla densa y nubes oscuras sobre Sierra Nevada. Se nota la brusca bajada de temperaturas. Los compañeros del Veleta vuelven sanos y salvos al albergue. Perdemos comunicación walkie-talkie con el equipo del Mulhacen, que se adentran en una zona más profunda de las montañas. A final del día vemos cómo hay un incesante flujo de montañeros subiendo a dormir en los refugios-vivac de la zona alta. Dormirán acompañados.

Pasamos bien la noche en el albergue, incluyendo sofá y televisión. Los compañeros del equipo Mulhacen habrán tenido una noche más dura, suponemos. El domingo nos levantamos y nos vovemos para Dos Hermanas.

El equipo del Mulhacen bajará más tarde. Han cumplido su objetivo, y tienen este video:

Uno de los objetivos era conocer el Albergue Universitario de Sierra Nevada, y este objetivo está cumplido. No me arrepiento de haberme quedado en el “campo base”, aunque por mi parte, añado el Veleta a mi cuenta de montañas pendientes, donde ya tengo varias esperando…