La Sierra del Endrinal

Ayer viernes 20/Octubre/2017 nos lanzamos al monte un compañero y yo para visitar la Sierra de Grazalema, en concreto los picos Simancón y Reloj.

La meteo pintaba bien, temperaturas suaves, vientos agradables, ausencia de precipitaciones y nubes esporádicas para taparnos un poco del sol.

La ruta elegida es la que parte desde el pueblo de Grazalema (Camping Tajo Rodillo) y que pasa por los Llanos del Endrinal para subir primero al Simancón y luego al Reloj. Y así fue, sobre las 10:20 de la mañana empezamos a caminar en constante ascenso. Yo voy bastante cómodo y bien, pero ya en este primer tramo mi compañero presenta algunas molestias con la mochila, que no termina de tenerla del todo bien ajustada. Tras varias revisiones, podemos continuar con la marcha sin mayores problemas.

A estos picos ya había subido yo en Febrero de este mismo año 2017, por tanto iba más bien confiado con la ruta. Esto resultó ser un error, ya que al llegar a los Llanos del Endrinal tomamos una senda muerta para subir la cañada de ascenso al Simancón. Esta senda acaba unos cien metros más adelante, muy cerca del sendero original, pero separado por unos montículos de piedra e intensa vegetación. En vez de retroceder a los Llanos del Endrinal decidimos cruzar, campo a través, por esta parte salvaje para reencontrarnos con el camino, que estaba a unos 50 metros lineales de nuestra posición. Esta decisión nos supondría una inversión de tiempo de unos 20 o 30 minutos, un poco absurdos, y un mermado curioso de nuestras energías y ánimos.

Arboles partidos por rayos (Copyright 2017 - Jesus Lucena Cintado)

Cuando por fin encontramos el sendero que buscábamos, nos disponemos a continuar por la pendiente de subida. La montaña está bastante solitaria, encontramos apenas 3 parejas de excursionistas por la zona. Es curioso cómo en el sendero encontramos muchos árboles rotos y partidos por la mitad. Imaginamos que se trata de rayos de las tormentas de las últimas semanas. Lo cierto es que en muchos casos, estos arboles impiden seguir el sendero y hay que buscar complicadas alternativas para poder volver al camino.

En esta pendiente de subida, en la cañada que da acceso al pico Simancón, mi compañero manifiesta un par de veces sus dudas sobre los objetivos de cima para el día. Rápidamente acordamos reajustar estos objetivos, y nos limitamos a concentrarnos en el Simancón, dejando el Reloj para otro día. Continuamos subiendo hasta que llegamos a la parte alta de la montaña. Este collado es un sitio espectacular, donde se nota claramente el corte en la vegetación (aquí ya no hay árboles) y donde los vientos soplan más fuerte. Nos acompañan unas nubes bajas que chocan incesantemente contra el macizo de la montaña, y que nos tapan un poco el sol.

También aquí encontramos uno de los tramos más duros de la montaña, en el que el sendero prácticamente desaparece para dejar lugar a un pedregal que hay que sortear como mejor se pueda, con una pendiente muy generosa. Zona exigente.

En este punto, mi compañero de aventuras decide que su estado mental y físico no es el adecuado para la actividad: va a darse la vuelta. Como yo mismo he sufrido por estos motivos algunas otras veces, lo comprendo perfectamente y le doy todo mi apoyo. Sin más, nos disponemos a bajar de la montaña inmediatamente.

Llegamos hasta aquí, cerca de la cima

Nos hemos quedado a escasos 15 minutos de la cumbre del Simancón. Otra vez será. No hemos alcanzado cima, pero hemos hecho en torno a 800 metros de desnivel acumulado positivo/negativo y unos 8km en total, lo que es un buen pateo. De hecho, durante el camino de vuelta, al desandar el camino, tomamos consciencia de la buena caminata del día.

Aunque no hayamos hecho cima, el día ha sido bueno. Las sensaciones, son buenas y hemos pasado una jornada montañera muy interesante.

¿Lo volveremos a intentar? Seguro! :-)

Referencias: